Atlético comes back with three goals in front of an empty stand

Atlético comes back with three goals in front of an empty stand

Todo ocurrió en la portería en la que normalmente se ubica el Frente Atlético y en la que este domingo, tras el lanzamiento de mecheros del derbi, no había nadie. Simbólico y elocuente que fuera ahí, ante sillas vacías, sin ese apoyo que, presuntamente, tanto ayuda al equipo, donde se fraguó la remontada del Atlético frente al Leganés (3-1), donde se firmó la primera victoria colchonera después de tres partidos.

Allí, en la portería sur, Sorloth en dos ocasiones y Griezmann en una evitaron con sus goles un nuevo sofocón de un Atlético intrascendente durante una hora, irrelevante frente a un Leganés cuya guerra, con los escasos recursos de los que dispone tras ascender este verano, es otra muy distinta. Ahora bien, la victoria no debería opacar que este Atlético tiene todavía que mejorar muchas cosas para competir con garantías por grandes objetivos.

Venía el encuentro marcado por el cierre del fondo sur bajo del Metropolitano, el hogar habitual del Frente Atlético (y otros muchos cientos de aficionados que nada tienen que ver con los radicales y su violencia) desde el que se lanzaron los mecheros contra Courtois en el derbi. Vacíos esos seis sectores del campo, en ellos lucía la inscripción de ‘El fútbol que queremos’. No les echó de menos el Atlético, escrito queda.

Una defensa extraña, un ataque nulo

La bajas (Azpilicueta, Le Normand y Llorente) y la acumulación de cargas tras el parón (Giménez y Reinildo) llevaron a Simeone a construir una defensa de circunstancias, con Witsel, Lenglet y Galán formando un extraño trío de centrales. No era la defensa, sin embargo, la que iba a marcar la hora inicial del partido del Atlético, sino el mal recurrente de este curso: la falta de un relato coherente con el que armar la propuesta ofensiva del equipo.

Las triangulaciones por la banda izquierda entre Galán, Riquelme y Griezmann conformaban la única vía de progresión de un Atlético que ofensivamente no existía en la parcela central del campo. Apenas Sorloth, en una ocasión en el área pequeña que se encontró y no fue capaz de capitalizar, intimidó algo a Dmitrovic. Muy poco para el dominio total, aunque inane, que tenía el Atlético del esférico.

La inexistencia de anotaciones de calidad en el bagaje del partido llevó al Atlético a adormecerse en lugar de enardecerse, frente a un Leganés correcto en defensa y limitado a aprovechar contragolpes en ataque. Y fue en una de esas, en un robo en el tercio final del campo, la que permitió al Lega cantar bingo. Neyou profundizó sin oposición hasta el área, recibió el pase del siempre hiperactivo Raba, y reventó el balón hacia la escuadra de Oblak.

Cuatro cambios en 10 minutos

Tal exhibición de la nada provocó que los jugadores de Simeone se fueran al descanso con una pitada como hilo musical. El Cholo respondió al estímulo dando entrada a Samu Lino y, poco después, a Julián Álvarez, De Paul y su hijo Giuliano. Una enmienda total al partido, tras una ocasión clarísima que Correa despedició, confirmando una vez más que es mejor revulsivo que titular. La lesión de Lenglet en el minuto 65 agotó los cambios del Atlético.

Pero como quiera que ninguna de las recetas naturales le funcionaban al Atlético, el empate lo encontró en una frivolidad, en un recorte sobre la línea de cal que un Witsel que nadie sabía qué demonios pintaba ahí. Su pase al área pequeña lo resolvió Sorloth con la espuela para volver a marcar después de dos meses y para colocar el empate en el marcador.

Griezmann, gol y expulsión anulada

El gol, más allá de su efecto cualitativo, recargó de energía a un Atlético dispuesto desde entonces a batallar su intrascendencia. La tuvo De Paul, la tuvo Julián, pero quien acabó culminando la remontada en el 81 fue Griezmann. Un incisivo y esforzado Giuiliano (que se ganó más minutos en el futuro próximo) se negó a que un balón perdido se marchara por la línea de fondo. Y, culminada esa misión, envió el balón raso y pegado al palo para que el francés se anticipara a Dmitrovic y marcara el segundo de los rojiblancos.

Una expulsión de Griezmann bien revocada por el VAR le puso interés a lo que quedaba de partido, mientras el Metropolitano rugía para consolidar la victoria, con el apoyo de peñas llegadas de todos los puntos de España. El segundo de Sorloth en la última jugada de la tarde llevó la tranquilidad completa al templo colchonero.Sufrió el Atlético, sí, pero ganó dos cosas este domingo: tres puntos y un relato de corte deportivo para construir un futuro sin ultras.

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