Carolina Marín’s Oviedo debut: one of the best badminton players of all time was called up for the first time with Spain in Asturias – Princess of Asturias Awards

Carolina Marín’s Oviedo debut: one of the best badminton players of all time was called up for the first time with Spain in Asturias – Princess of Asturias Awards

Carolina Marín era una niña de 12 años cuando vino al Centro de Tecnificación Deportiva de Asturias de bádminton, situado en Oviedo, en las instalaciones de El Cristo. Fue su primera convocatoria con España, en este caso con la selección sub-15, y el entrenador y seleccionador de ese equipo era Fran Dacal, ahora coordinador del centro y director técnico de la Federación Asturiana. Era 2005 y Dacal se acuerda bien de cómo conoció a la onubense.

“Vino a Oviedo a una convocatoria de la selección que hice yo, fue la primera vez que participó y fue después de un campeonato de España infantil que se hizo en Vegadeo. La vi allí, perdió en las primeras rondas porque le tocó contra una de las mejores, ella era de una categoría inferior, tenía 12 años en aquel momento, y yo la incluí como una de las jugadoras más pequeñas del listado de esa selección nacional”, rememora.

Fue la única vez que vino a una concentración a Oviedo, pero Dacal coincidió mucho con ella esa temporada: “Me tocó ir con ella a algunos torneos internacionales”. En esa lista había gente de todas partes, también asturianos, de Oviedo y de Vegadeo. Gente como Alberto Zapico y Jaime Caso, que jugaban con ella, y otros como César González, director técnico del Bádminton Oviedo, entonces en el staff técnico de la Federación Asturiana. “En Asturias tenemos muy buen grupo de aquella generación”, señala Fran Dacal.

Carolina Marín in Oviedo, in 2005 / David Cabo

En esa primera convocatoria todavía Carolina Marín no era la promesa en la que se convirtió muy poco después: “Tenía 12 años y ahí justo no destacaba tanto, pero después de un año, cuando tuvo 13, ya sí empezó a destacar, con 14 fue cuando la llevaron al centro nacional”. A pesar de todo, en esos comienzos, Dacal señala que lo que más destacaba de la onubense era “su capacidad competitiva, su carácter y la habilidad para resolver situaciones de competición”. Luego, más adelante, fue convirtiendo eso en “una ambición muy grande por ganar muchos partidos”. Todo ello unido a “una capacidad mental suficiente para poder afrontar sola situaciones como ser la única europea en Asia”.

Para Dacal que le hayan dado el Premio “Princesa de Asturias” de los Deportes a Carolina Marín “es una alegría y un orgullo”. Una forma también de echar la vista atrás y ver todo lo que ha crecido este deporte en las últimas décadas, ahora con la bandera de un referente internacional como Carolina: “El bádminton ha ido evolucionando en España desde aquel momento, gracias al esfuerzo de muchas personas, de una forma exponencial. Han saltado los éxitos de Carolina en la última parte de su carrera, pero para nosotros era una promesa desde que ganó su primer campeonato de Europa sub-17”.

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