“Obviamente me quiero quedar en el Sporting, quiero seguir. Es lo que llevo diciendo mucho tiempo”. Guille Rosas confirmó ayer –a la hora de recoger el premio Mahou al jugador cinco estrellas del mes de septiembre– su intención de continuar en el Sporting justo en el momento en el que las negociaciones para su renovación, contadas paso a paso por LA NUEVA ESPAÑA, han adquirido ya velocidad de crucero, con el acuerdo cerca. “Después de los altibajos de la temporada pasada, ahora tengo regularidad”, celebró el defensa.
El deseo del canterano, que ayer fue de nuevo tajante al respecto al ser cuestionado por su futuro en sala de prensa, es fundamental para que las gestiones se completen. Rosas tiene cada vez más cartel en el mundillo si se tienen en cuenta todos los factores: acaba contrato en solo unos meses, tiene una edad –24 años– estupenda para continuar creciendo profesionalmente, y también ante la dificultad que encuentran ahora las direcciones deportivas para fichar a un lateral derecho de primer nivel. Y pese a las tentaciones, tiene muy claro su objetivo: hacer carrera en Mareo. “Para equipos como el nuestro, la importancia de la cantera tiene que ser grande. Tienes ese sentimiento de pertenencia y orgullo ser del equipo de tu ciudad. Eso hace que todos los chavales de la cantera tienen la oportunidad de jugar en el Sporting, para mí eso es lo más grande”, recalcó el jugador al ser cuestionado precisamente por la importancia de que el club sea capaz de mantener esa columna vertebral formada por Mareo de la que puede presumir ahora orgulloso el primer equipo. La comisión deportiva del club gijonés, de hecho, tiene previsto presentar sendas ofertas de renovación a otros dos canteranos que acaban etapa también en junio como son Nacho Méndez y Pablo García. Antes, la cúpula deportiva de Orlegi Sports también selló la ampliación de Gaspar Campos (2028) y la de Diego Sánchez (2027), además de iniciar gestiones para renovar a Nacho Martín. El modelo es claro: que el primer equipo se cimiente con jugadores de la casa, y que si después llegan al club ofertas que la propiedad entienda atractivas, al menos se generen plusvalías, como las que produjeron los traspasos de Gragera y Manu García antes del fiasco de Pedro Díaz.
En las últimas horas no se han producido avances para que se complete la renovación de Rosas, pero las conversaciones están bien encaminadas, según explican fuentes consultadas. Aún no hay un acuerdo cerrado, por lo que de momento se mantiene la prudencia.
Cláusulas de salida. En la propuesta base planteada al lateral no hay ningún problema, con una oferta de tres años (hasta junio de 2028). Tampoco en ese curso extra (hasta 2029) que ofrecen en la entidad, y que apunta a depender de los partidos que dispute el jugador en esa última campaña (la 2027-2028). Si se cumple ese objetivo, Rosas podría firmar un contrato de renovación por cuatro años, que serían cinco con el actual. De esta forma, sería jugador del Sporting por contrato hasta que cumpla los 29.
Hay, en cualquier caso, otros aspectos aún por zanjar, matices que forman parte de la conocida como letra pequeña del contrato, como cláusulas de salida por si aparece alguna opción de Primera División y otros puntos que dilatan el acuerdo. Pero la voluntad común –de club y jugador– es cerrar el trato, que no peligra, salvo giro de los acontecimientos, ahora mismo muy inesperado. El lateral evitó, en cualquier caso, dar detalles sobre el estado de las gestiones. “Le dije a mi representante que quiero saber lo mínimo… Me dice cosas, pero lo mínimo. No me quiere descentra”, se limitó a comentar el futbolista sobre su futuro.
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