Smiles on the tatami: the “Villa de Avilés” judo improves for local athletes

Smiles on the tatami: the “Villa de Avilés” judo improves for local athletes

Si la primera jornada del “Villa de Avilés“, en categoría cadete, había dejado un sabor agridulce en el club organizador, la segunda, con la que ayer se cerró la competición en el Quirinal, le devolvió el regusto de las mieles del éxito. Dos oros y un bronce en la Supercopa de España infantil dejaron al Judo Avilés “francamente satisfecho” de los resultados deportivos.

Los oros corrieron a cargo de Nicolás Fernández, en -42 kilos, y Valeria Coronado, en -44. Para Fernández, la sensación “es inexplicable, algo que desde pequeño he querido y he soñado. Es una emoción difícil de describir”. Con todo, y a pesar de la satisfacción, el judoka avilesino cree que siempre hay margen de mejora “en aspectos como el desplazamiento”. Su éxito tiene más mérito si cabe por el nivel de sus oponentes: “todos vienen preparados”.

Valeria Coronado, por su parte, asegura que ganar en casa ha sido “una locura”. La deportista castrillonense se siente “muy orgullosa, feliz y agradecida por todo lo que ha pasado. Muy contenta con mi papel”. Y eso que el cuadro no fue nada sencillo: “Estaba nerviosa, pero lo he sabido controlar. He tenido combates muy duros, cometí algunos errores pero supe centrarme y conseguir la victoria”.

No se quedaron ahí los éxitos del domingo para el Judo Avilés, que sumó una medalla de manos de Ángel Miguélez, un bronce en -38 kilos.

Las medallas sacaron una gran sonrisa al alma mater del club, Carlos Fernández. “Se ha visto sobre el tatami el trabajo que estamos haciendo. Es perfecto para esa categoría y forma parte del proyecto y de intentar ir reconstruyendo generaciones que nos devuelvan al lugar que ocupamos en su momento. Esa confianza que tenemos en esas categorías se ha puesto de relieve. Quiero poner en valor el papel de Adriana Coronado, que no ha estado tan brillante. Eso nos pone en el camino correcto”.

Siempre saben bien los éxitos, pero más si son en casa, admite el técnico avilesino: “Ganar en casa es más difícil porque manejar las cabezas de estas generaciones es complicado. En ocasiones, la competición local es una doble responsabilidad, por eso pongo más en valor estos triunfos”.

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