The Asturian children question Carolina Marín: “Is it true that when you were little they called you McEnroe because you broke your rackets?” – Princess of Asturias Awards

The Asturian children question Carolina Marín: “Is it true that when you were little they called you McEnroe because you broke your rackets?” – Princess of Asturias Awards

La Vega se ha convertido en una fábrica de futuros jugadores de bádminton. Al menos eso parecía durante la visita de Carolina Marín, premio “Princesa de Asturias” de los Deportes, a las canchas que se han instalado en una de las grandes naves de lo que fue una fábrica de armas. Allí, algunos, como Lara del Valle, cumplieron un sueño: “Llevo jugando desde los 7 años, mi sueño siempre ha sido ver a Carolina y jugar con ella, o sacarme una foto aunque sea. Me encantaría seguir su camino, pero lo tengo difícil, es que ella ha conseguido muchas cosas, pero estoy muy contenta de estar aquí”.

Tras visitar las pistas por las que cualquiera se puede pasar estos días, Carolina Marín tuvo un encuentro con cientos de escolares llegados de diversos puntos de Asturias. Un acto de una hora en el que pudo conocer a los ganadores del reto “piensa que puedes”, en el que alumnos de los centros asturianos se plantearon un desafío semanal relacionado con el bádminton. En función de los resultados, los centros fueron puntuando y los mejores subieron al escenario para plantearle alguna cuestión a la deportista onubense y explicarle cómo se había desarrollado la actividad. El resto también de centros también tuvieron la oportunidad de plantearle algunas cuestiones.

Asturian schoolchildren: “What would you say to Carolina my age?”

Y no se lo pusieron fácil. Desde el colegio López y Vicuña de Gijón querían saber qué le diría Carolina a los niños que sueñan con llegar a la élite: “Que disfruten de lo que hacen”, les respondió. Lo bueno fue que los pequeños tenían bien estudiada a la entrevistada y fueron al fondo: “Nos han dicho que de pequeña te llamaban McEnroe porque rompían raquetas”, le espetaron los del C.P. La Ería, de Oviedo. La campeona olímpica en Río de Janeiro no tuvo más remedio que confesar: “Mis padres estuvieron a punto de quitarme del bádminton, soy muy competitiva, rompía la raqueta, pero después me di cuenta de que no estaba bien; me dije ‘esto tiene que cambiar’. Es una imagen fea, no la he vuelto a romper”.

También quisieron poner a Carolina en su lugar, en el de los niños sentados en esa fábrica: “¿Qué le dirías a la Carolina de mi edad?”, le cuestionó Darío, del José Bernardo de Langreo. “Me sentiría muy orgullosa de lo que he hecho, de las decisiones que he tomado, de mis padres, que no me han dicho que no a nada. Yo bailaba flamenco. Tuve que decidir y me decidí por el bádminton, un deporte minoritario. A esa niña le digo que disfrute y que estudie, que también es importante”, le respondió la onubense.

Incisivos, los curiosos niños quisieron conocer cómo eran los momentos más complicados sobre una pista: “¿Tienes dudas sobre ti, cómo las afrontas?”, le preguntaron desde el colegio La Salle de Langreo. “Cada partido tengo dudas porque siempre hay nervios, que son buenos si los sabes gestionar. Sí ha habido dudas, pero cuando echas la mirada atrás y ves lo que has sacrificado es tienes menos. He tenido pocas dudas por el trabajo, que me ha llevado a tener un estado de forma físico y mental que en ese momento sabía que la medalla era mía. Si trabajas, tienes menos dudas”, respondió Carolina Marín,

Abrumada por tanto cariño, entre el aplauso del público más exigente, la onubense, con su madre presente en la sala, concluyó con unas bonitas palabras: “Cuando gané en Río guardé la medalla en un cajón, pero la medalla que he ganado ahora, la del cariño, la guardo en el corazón. No sé puede guardar en ningún otro lado”.

Subscribe to continue reading

Facebook
Pinterest
Twitter
LinkedIn
Email

Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *