“We understood Carrión’s aspirations to train in First Division, but forms change everything; may it go very well for him”

“We understood Carrión’s aspirations to train in First Division, but forms change everything; may it go very well for him”

Un reloj de arena, “Vivir la vida con sentido”, de Víctor Krüppers, y un botecito de tajín (especia mexicana). Son las tres cosas que tiene Martín Peláez, presidente del Real Oviedo, sobre la mesa de su despacho del Carlos Tartiere, donde esta mañana recibió a LA NUEVA ESPAÑA. El primero de los objetos simboliza el fugaz paso del tiempo. No hace ni cuatro meses de aquel momento en el que el club azul saboreó por unos momentos lo que era sentirse en Primera y ahora la entidad carbayona pelea otro año más por conseguir el objetivo con un nuevo cuerpo técnico mientras ve pasar plazos y más plazos de una nueva ciudad deportiva cuyo arranque parece estar costando más de lo esperado. El segundo, la obra del escritor holandés, la calma necesaria para dirigir una entidad como el Real Oviedo, con toda la presión que eso conlleva, como con el caso de la tribuna Lángara. Y el tercero, el sabor y la chispa que el Grupo Pachuca ha dado al Oviedo desde su llegada hace un par de años. Peláez dice estar en casa, y en casa, siempre “se está bien”.

-¿Cómo se encuentra? Menudos meses que lleva…

-Trabajando. Siempre trabajando. A tope en todas las áreas. Estoy contento ya después de veintiséis meses que llegamos a Asturias con el Grupo Pachuca. Hay momentos bonitos, unos más complicados… Pero, en resumen, muy contentos.

-Año nuevo, vida nueva. ¿Ve al equipo mejor que el de la temporada pasada para superar la gesta?

-No hay mejor ni peor equipo. Desde que estamos nosotros hemos conformado tres grandes plantillas y cada una tiene sus características. La de este año es muy completa, con jugadores con mucha calidad y liderazgo. Eso ayuda en los vestuarios. Hay mucha competencia en todos los puestos y están muy bien dirigidos por Calleja. Estamos ahí. Costó arrancar, pero eso es lógico. Terminamos tarde por llegar a una instancia que no pudimos coronar, pero se generó una expectativa. Cambiamos de cuerpo técnico y a bastantes jugadores, por lo que volver a empezar ha costado. Pero ahora, aunque no estemos todavía donde queremos estar, tenemos mejores sensaciones y estamos contentos. No satisfechos, pero en el camino correcto.

-El comienzo de temporada fue duro. ¿Hubo dudas?

-Jamás. Se generaron dudas entre la afición en la jornada cuatro. Imagínese poner en entredicho un proyecto en un mes. Hubo derrotas y la forma en la que se dieron generó decepción porque no te gusta perder, pero sabíamos que esto era cuestión de tiempo y llegaría el fútbol que Calleja quiere. La media cancha que hoy en día está jugando el Oviedo no hizo pretemporada. Tuvieron su tiempo para arrancar y mire ahora.

-De hecho, la mayoría de los fichajes no están teniendo minutos.

-Un equipo que aspira a subir tiene que tener… ¿cómo dicen aquí?

-Fondo de armario.

-La verdad es que en todas las posiciones hay repuesto. Tienes a Cazorla, Seoane, pero también tienes a Dotor, a Del Moral… Bendito problema que tiene Javi (Calleja). Que arme el equipo como mejor le parezca.

-¿Qué dice Jesús Martínez? ¿Está conforme?

-Él siempre está en el día a día conformando el equipo, por lo que no le sorprende nada. Es muy intenso y los resultados del principio… A nadie le gusta perder. Pero está tranquilo y sabe que hay un buen proyecto.

-Viñas acaba de aterrizar y está llamado a marcar las diferencias.

-Yo creo que Viñas lo tiene duro porque Alemão anda muy bien. Eso completa la gran competencia que tiene este plantel. Tener a Alemão, a Masca, a Viñas, a Paraschiv… Cuatro “nueves” que pueden resolver. El charrúa tiene un gran presente y un gran futuro. Esperemos que la lesión no le cueste a la hora de coger ritmo.

-Hablando de Paraschiv, un desconocido para el gran público. ¿Cómo se gestó su fichaje?

-El Grupo tiene muchos ojeadores por el mundo, llegó la posibilidad de Paraschiv y gustó, es una apuesta. A él le está costando porque es otro país, otra Liga… Pero tendrá oportunidades, es muy joven.

-Hubo una especie de intercambio. Dubasin a Gijón y Hassan a Oviedo. Ahora, “El pingüino” parece otro.

-Si nosotros fichamos en su momento a Dubasin es porque sabíamos que era un gran jugador. Así es el fútbol. Hay jugadores que tienen mejores temporadas que otras o se adaptan mejor a determinado sistema. Siempre ha tenido calidad y por eso apostamos por él. Me da mucho gusto que le vaya bien al “pingüino”. No fue un intercambio. Él tuvo la oportunidad de fichar por el Sporting y nosotros de fichar a Hassan. Ambos son buenos jugadores.

Si nosotros fichamos en su momento a Dubasin es porque sabíamos que era un gran jugador. Así es el fútbol, pero no fue un intercambio. Él tuvo la oportunidad de fichar por el Sporting y nosotros de fichar a Hassan. Ambos son buenos jugadores.

-Tras el varapalo de la final del play-off y la abrupta salida de Carrión hubo que buscar otro entrenador.

-Javi (Calleja) es un hombre que tiene experiencia. Ha dirigido en Primera, en Segunda… Una de las cosas que más pesó es el conocimiento de la Liga. Es muy importante tener controlada la Segunda. Como anécdota, hablamos con Javier Aguirre sobre cómo veía él traer un entrenador de México. Me dijo que le gustaba la idea, pero que tenía que ser consciente de que perderíamos diez partidos de inicio. A lo mejor no, pero ese tiempo de adaptación está ahí. Pero nuestro hombre es Calleja, que es un grandísimo ser humano.

-Tuvo que pasar varias pruebas y Jesús Martínez tiene la última palabra…

-A Calleja lo entrevistamos Agustín (Lleida), Roberto (Suárez) y yo. Después hablamos con otros candidatos y a Jesús le faltaba hablar con el míster. Cuando terminó la reunión, Jesús me llamó encantado: “¡Cabrones, no mamen! ¡Cómo no me habían dicho que este Calleja es tan chingón!” (risas). Quedó muy a gusto. Pero es normal. Calleja, a parte de su conocimiento, engancha. Es un tipo alegre, disfruta… Cuando salen las cosas mal no lo pasa bien, pero como cualquier persona. Él tiene el perfil completo que buscábamos.

-Hablaba de Aguirre. ¿Fue una posibilidad real?

-Siempre suena porque es amigo del Grupo, pero es muy difícil. Él deja el Mallorca para ir a la selección de México. Es difícil competir contra eso. No es tan fácil dar ese paso. Sonó, pero no hubo posibilidades reales.

-En aquella semana de opciones y rumores hubo unas horas en las que el Cacique Medina parecía el elegido.

-Eso se lo inventaron ustedes (risas). Nosotros nunca dijimos nada. Teníamos nuestros candidatos y nos tomamos el tiempo para decidir.

-Pero parecía hecho.

-Bueno. Había varios candidatos. Cada uno de ellos tomó fuerza en cada momento, es la verdad. El tema es que nuestro entrenador es Calleja y él fue el indicado. Calleja nos ganó por su experiencia y por su adaptación. Para elegir un técnico para dirigirte a un posible ascenso después de donde lo dejó Carrión tardar una semana no es mucho. Lleva un proceso. Nos tomamos el tiempo que había que tomarse, como si hubiera sido una semana más.

-Quizá pesó que buscaban una continuidad respecto a estilo a toda costa.

-Seguimos esa filosofía. Tanto Luis García, como el Cacique, como Calleja, son propuestas ofensivas, con sus diferentes planteamientos. Creo que el míster quiere que nos olvidemos del año pasado y es normal. Es el fútbol que le gusta al Grupo, propositivo. No hay mucho entrenador libre con esos requisitos. Con Calleja tenemos un estilo que nos gusta. Diferente a Carrión, pero nos gusta.

-¿Tanto para firmar un contrato de dos años?

-Hay que dar continuidad a los proyectos. Con Cervera, por ejemplo, confiamos porque sacó buenos resultados su primera temporada.

-¿Habló con Carrión tras su cese de Las Palmas?

-Nos mensajeamos, pero no hablé con él. Mantenemos una buena relación.

-¿Y con el presidente del club canario?

-Aquí se creó un ecosistema de tranquilidad para centrarnos en lo que estábamos. El club hizo lo que tenía que hacer. Siempre quisimos garantizar el respeto por la competición. No sabemos si estaba firmado o no, pero si lo estaba, mal hecho por los implicados.

Martín Peláez, during the interview with LA NUEVA ESPAÑA. / Luisma Murias

-Jesús Martínez pronosticó en LA NUEVA ESPAÑA lo que ha pasado con Carrión.

-Es que Jesús tiene mucha experiencia. Nosotros veíamos muchas fortalezas para nosotros y para Luis de quedarse aquí. Ya conocía la entidad y estaba bien, a gusto. En Las Palmas o en cualquier equipo de Primera era todo nuevo. Además, con todo el respeto, el conjunto canario es un equipo que pelea para no bajar. Luego puede meterse en Europa, quién sabe. No iba a ser fácil y eso se sabía. Le entendimos por la aspiración de querer dirigir en Primera. Como lo hizo Viti, por ejemplo. Eso no se le puede negar a nadie. Las formas son las que cambian todo. Que le vaya muy bien.

-¿Deja la puerta abierta para un futuro regreso?

-Ningún entrenador tiene las puertas cerradas en el Oviedo. Nuestro entrenador es Calleja y le deseo a Luis lo mejor del mundo, seguramente tenga buenos proyectos. Pero queremos que Javi esté mucho tiempo con nosotros.

-Respecto a las cuentas, ¿es el Oviedo un club autosuficiente?

-No, todavía no. A ninguna persona ni entidad le gusta perder dinero ni presentar cuentas con pérdidas. La verdad es que nosotros tenemos que sembrar para que esta institución siga mejorando las cosas que hay que mejorar, y eso cuesta dinero. Tenemos que invertir en staff, en infraestructura… En todo. Para sacarle hay que meterle. Si no inviertes en plantilla, no tienes resultados. Si no inviertes en el campo, la gente no acudirá… Por algo hemos crecido en patrocinios. En la campaña de abonados somos referencia en LaLiga… Pero todo ello llega por la inversión. El deseo es que esta entidad esté cuanto antes en punto de equilibrio, pero hay gastos que son parte del fútbol. Quitar un cuerpo técnico es parte del fútbol. Pero eso pasa en el Oviedo y en cualquier lugar del mundo. Fiscalmente estamos en pérdidas, pero son inversiones para que esta entidad sea más grande en todos los sentidos.

-¿Un ascenso cambiaría la cosa?

-Por supuesto. Te da otra economía, pero también te da otro gasto. Para enfrentarse a Primera hay que invertir en una plantilla seria. Todo tiene que crecer. En el Oviedo, por más que se ha visto que hemos incrementado el personal, de acuerdo a las verticales que sugiere LaLiga, estamos trece personas por debajo de lo ideal. Tenemos muchas áreas en las que mejorar. Pero estamos convencidos de que la gente ve estas inversiones, que el club ha evolucionado. El Tartiere siempre ha sido precioso, pero con las reformas que se han hecho da gusto. El césped, los vestuarios, la sala de prensa… Además, son generadoras de posibles ingresos. Se puede recorrer el museo, el vestuario… No solo es algo estético. El Real Oviedo merece estas instalaciones y el Grupo Pachuca siempre se ha preocupado de que sus equipos sean vanguardistas. Esperemos no perder dinero pronto.

-Se prevé un déficit de 2,5 millones de euros. ¿A qué se debe?

-A las inversiones. Las reformas del estadio no entraron en el pasado ejercicio, al menos algunas. Serán para el año que entra. Pero la proyección la mejoraremos.

La ciudad deportiva tendrá cinco campos y se construirá en año y medio

-¿Y la venta de Bretones? ¿Entra en este ejercicio?

-Sí, pero en el estadio hay casi cuatro millones de gasto. Estamos consiguiendo patrocinios que igual no abarcan todo, pero algo es algo. Hay muchas cosas que se están haciendo que igual no se ven, pero suman. Y son cosas que se van a quedar. Eso ayudará a la economía, a la estructura, a la cantera… Todo eso también es negocio. Ojalá podamos sacar un Bretones cada año.

-Hablando de la ciudad deportiva, plazos, plazos y más plazos. ¿Cuándo arrancarán las excavadoras?

-Los plazos no están ni siquiera en manos de la Alcaldía. Está en manos de los dueños de los terrenos por la cuestión ambiental. Están haciendo catas. Tenemos su palabra de que no hay problema, pero hay que hacerlas. Supuestamente, terminando octubre terminarán las catas y entonces nosotros meteremos el proyecto en el Ayuntamiento.

-Y ese proyecto, ¿cómo está?

-Hemos avanzado mucho, está casi terminado con los arquitectos de México y Alfredo Antuña, que nos ayuda aquí en conjunto con los mexicanos. Estamos al 80-90 por ciento del proyecto final. Edificios, canchas… Todo lo que conlleva. Una vez que estén los resultados de las catas, lo presentaremos.

-¿Qué puede contar sobre la nueva ciudad deportiva azul?

-Tendrá cinco y medio campos de fútbol más edificios. Está todo diseñado, si quiere se lo enseño (risas).

-Hágalo.

-No, no. Nadie lo ha visto, ¿eh? Bueno, Jesús sí.

-Dijo hace unos meses que habían formalizado un contrato de arras con los propietarios de los terrenos de La Manjoya.

-Es parecido a un contrato de arras, pero solo pagamos si nos dan la licencia de construcción. Estamos comprometidos, pero el pago queda condicionado por el resultado de lo que diga el Ayuntamiento. Lo normal es pagar un 10 por ciento por adelantado, pero los dueños nos dijeron que confiaban tanto en sus terrenos que no hacía falta que pagásemos nada.

-Originalmente la nueva casa azul iba a ser construida en Latores. ¿Qué tiene La Manjoya que les hizo descartar aquella idea?

-Los plazos y las dificultades. Aquí son dos familias (Cosmen y Sánchez y Lago) y hablas con dos personas. En Latores eran bastantes más. Además, en La Manjoya, hay muchas características que favorecen la toma de decisiones. El tren, la ubicación… Tiene muchas bondades. Latores también las tenía. Es como las plantillas, la gente siempre dice que le falta algo. Pero luego ganas… En diez años igual podemos decir que se nos quedó pequeña. Pero si nosotros queremos que esté en Oviedo, no hay muchas opciones. ¿Cuántos terrenos hay con tantos metros y llanos?

-¿Y por qué en Oviedo?

-Fue uno de nuestros objetivos. Queríamos que fuese así y en esta ciudad es difícil.

Si permitimos la violencia, corremos el peligro de no poder llevar a nuestros hijos al fútbol y eso es una desgracia.

-Cinco campos. ¿Quién utilizará las nuevas instalaciones?

-La idea es que prácticamente todos. Seguro, al menos, el primer equipo, Vetusta, Femenino y juveniles. Luego ya se verá.

-Prometió que las obras comenzarían en enero. Estando ya en octubre, con tanta burocracia por delante, ¿no lo ve un poco complicado?

-Sabiendo que ya estamos en octubre, sí. Pero es que no dije en enero de qué año (risas). Era el plazo que nos habíamos puesto, pero se está retrasando. Ojalá podamos comenzar lo antes posible.

-Firmaron un patrocinio con Esfer. ¿Se encargarán ellos de las obras?

-Con Esfer estamos muy contentos por el apoyo financiero que nos han dado y por el resultado de la obra en el Tartiere. Tienen una calidad brutal y nos han acompañado en este desarrollo. Serán uno de los candidatos, seguro. Nos va muy bien con ellos y están muy encaminados

-¿Cómo piensan pagarlo?

-Lo veremos con ellos. Eso, por ahora, no lo sabemos. El fondo CVC solo nos alcanza para comprar los terrenos tras toda la plantilla, iluminación y reformas en el Tartiere. Estamos viendo si conseguimos patrocinios de LA NUEVA ESPAÑA (risas).

-Y una vez se pongan manos a la obra, ¿cuánto tardarán los jugadores en poder estrenarla?

-Podemos hablar de dieciocho a veinticuatro meses. Puede haber fases. No sabemos si lo haremos en una o en dos, pero creemos que son los tiempos que se manejarán. Las obras que se hicieron en el estadio con Esfer no se demoraron más allá del parón deportivo.

-En ese parón vivió uno de sus momentos más delicados desde que es presidente del Oviedo por el tema de los afectados de la tribuna Lángara.

-Sí, obvio. No es fácil cuando tus abonados no están de acuerdo con algo porque nos debemos a ellos. Al final pudieron entenderlo y llegamos a acuerdos. Fue duro. Yo les dije que no lo hacía para afectarles, si no porque algunas decisiones son necesarias para avanzar. Nos faltaron cuestiones de comunicación con la gente, cometimos errores. Pero aprendimos de ellos y hoy estamos bien con ese tema.

-Los planes pasaban por afectar a más gente.

-La idea era la misma, pero viendo la situación pedimos a Esfer que nos buscara no cambiar el tamaño, si no las circulaciones y nos dieron una opción para afectar a menos gente.

La idea es que Melendi nos pueda hacer un himno en el centenario, quién mejor que él. Lo haría con muchísimo cariño, es un apasionado. Me escribe en todos los partidos.

-¿Cree que para que haya progreso hay que afectar a la tradición? Mire la que se ha montado en otros clubes por los cambios de escudo.

-El escudo no se toca. Todos los equipos tienen que evolucionar, por supuesto respetando las tradiciones. Hay mil ejemplos. En México hay menos arraigo, pero a mí me gusta mucho más este modelo que el mexicano. Pero hay que evolucionar para crecer y generar. Es una rueda que tienes que romper.

-¿Qué se siente al ser el presidente del club con más abonados de Asturias?

-Es una consecuencia de muchas cosas, no solo de la gerencia. Es el resultado del trabajo de todos. Además, la temporada pasada afectó, no nos vamos a engañar. El mejor gerente de ventas son los resultados. La gente tiene ilusión.

-Han adelantado al Sporting.

-Yo no me fijo en ellos. Cada año queremos tener más y pelear siempre arriba, no solo en lo deportivo. Con el Sporting y con todos.

-¿Qué tal las relaciones con los vecinos?

-Bien, muy bien. Con David (Guerra, presidente del club rojiblanco) y con Joaquín (Alonso, exjugador y actual responsable de relaciones institucionales), que son con los que tengo más comunicación, me llevo muy bien.

-El otro día detuvieron a varios implicados en los altercados de la final del play-off en Barcelona. ¿Qué opina del movimiento ultra?

-Nosotros nunca hemos estado a favor de la violencia en el fútbol. El día de Barcelona no sabía que había pasado y creo que fueron provocaciones de la gente de allí. Pero cualquier tipo de violencia la condenamos, sea de quien sea. El fútbol es familiar y para divertirse, no para pegar ni causar destrozos. Hay que mirar en sitios como en Sudamérica, que, con todo respeto, las familias no pueden ir al fútbol. Si permitimos la violencia, corremos el peligro de no poder llevar a nuestros hijos al fútbol y eso es una desgracia.

-Ya no queda nada para el centenario del club. ¿Cómo lo llevan?

-Tenemos ya formado un comité que está llevando a cabo una tormenta de ideas. El tiempo se nos viene encima. Parece que falta tiempo, pero la campaña es en agosto de 2025.

-Estaría bien hacerlo con el equipo en Primera.

-Ya bueno, guapísimo (risas).

-¿Y Melendi? ¿Estará implicado?

-No sé, ojalá. Habrá muchas sorpresas. No depende de mí, pero la idea es que Melendi nos pueda hacer un himno, quién mejor que él. Lo haría con muchísimo cariño, es un apasionado. Me escribe en todos los partidos.

Subscribe to continue reading

Facebook
Pinterest
Twitter
LinkedIn
Email

Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *