El Real Madrid no necesitó brillar, pese a que lo hizo en algunos momentos del tercer cuarto, para deshacerse de forma convincente como local en la Euroliga de un ALBA Berlín que solo aguantó el tipo durante la primera parte (98-84).
Le tocaba a los de blanco despedirse de su afición después de un breve idilio de cinco partidos seguidos en casa, culminado con un parón de selecciones para reponer fuerzas; agua bendita para un equipo necesitado de descanso y al mismo tiempo de confianza debido a sus problemas a domicilio.
Los de Chus Mateo se marchan de ese paso por su feudo con un balance de una derrota, la única hasta el momento este curso como anfitriones, ante el Anadolu Efes turco, y cuatro victorias, la última de ellas la conseguida contra un cuadro alemán que dejó colgados en la percha del vestuario los precedentes.
Así, poco le importó a la hora de salir al parqué no haber ganado al Real Madrid en todo el siglo XXI, ni contar por derrotas todas y cada una de sus visitas al WiZink Center.
Como sucediera la semana previa ante el Virtus Bolonia, el duelo arrancó con un inoportuno parón. Si entonces fue un fallo técnico en un marcador, esta vez vino motivado por la rotura de la red de una canasta tras quedarse enganchado en ella Hugo González.
Fueron cuatro minutos sin nada que contar que evitaron el que podría haber sido un despegue tempranero de los locales. Y como este no sucedió, aguantó el bando germano hasta el primer golpe del rival, un parcial de 10-0 con cuatro puntos de tiro libre obra de Walter Tavares y Dzanan Musa, quien de esta manera volvía a encontrarse con el acierto superada su lesión.
Sin embargo, poco después volvió a sufrir el Real Madrid uno de esos inoportunos apagones que empiezan a ser recurrentes y le obligan a caminar a tientas por los partidos. Si el domingo pasado fue el Hiopos Lleida el que le hizo un 2-19, esta vez encajó un 3-18 entre cuartos.
Salió al rescate, y esto empieza a ser cada vez más habitual, Alberto Abalde con un tres de tres en triples. Fue un soplo de aire que sirvió para apagar a un Gabriele Procida que a esas alturas era ígneo con ocho puntos seguidos, pero que no espantó al esloveno Ziga Samar, excanterano blanco, que recogió el testigo replicando lo del italiano.
Los 16 puntos consecutivos que sumaron entre ambos, 12 de ellos a base de lanzamientos exteriores, no fueron suficientes para que el cuadro berlinés se distanciase, a pesar de convertir 55 puntos en la primera mitad, y el enfrentamiento llegó al descanso en absoluto equilibrio (55-55, m.20).
El retorno al parqué estuvo acompañado de un trance anotador del canadiense Xavier Rathan-Mayes, de esos que de momento deja a cuentagotas pero que en ocasiones sirven para ganar partidos. No fue este el caso, pero sí ayudó a romperlo de manera definitiva con ocho puntos en menos de cuatro minutos, auxiliado por un Campazzo que solo hizo dos menos.
La respuesta a ese empuje por parte del visitante fue tímida y, cuando este quiso darse cuenta ya iba quince abajo, una distancia que logró recortar ligeramente, pero no situar por debajo de la decena cuando hizo acto de presencia la media hora de juego (79-68, m.30).
Un 10-3 favorable de salida, con dos triples seguidos de Musa, dio al Real Madrid el pequeño impulso que aún le faltaba para vislumbrar el triunfo como hecho. El resto fue administrar la ventaja y pensar en el placer que supone para la mayoría del plantel, a excepción del bosnio y del croata Mario Hezonja, disfrutar de uno de los pocos fines de semana sin quehaceres del curso. Eso sí, a la vuelta espera la visita al Barça en la Euroliga.
Ficha técnica:
98 – Real Madrid (23+32+24+19): Campazzo (12), Rathan-Mayes (16), Hezonja (11), Hugo González (2), Tavares (10), -cinco inicial-, Llull (2), Ibaka (15), Ndiaye (-), Deck ( 7), Andrés Feliz (1), Musa (13), and Abalde (9).
84 – ALBA Berlin (22+33+13+16): Spagnolo (4), Procida (18), Delow (10), Schneider (8), Wetzell (10) -initial five-, Mattiseck (11), Samar (10), Doerries (2), Rapieque (5), Nufer (3) and Williams (3).
Referees: Joseph Bissang (France), Seffi Shemmesh (Israel) and Denis Hadzic (Croatia). Tim Schneider was excluded for five personal fouls (m.35).
Incidences: match corresponding to matchday 11 of the Euroleague played at the WiZink Center in front of 7,123 spectators.