«Igual repito más veces, se ve mejor el partido», bromea Manel Menéndez, técnico del Marino, tras tener que vivir el derbi comarcal desde la grada. El avilesino cumplía su segundo partido sancionado y le tocó vivir el duelo ante el Avilés fuera del banquillo. Con una libreta en la mano y su móvil para ponerse en contacto con Boris, el entrenador reconoce que se sufre más que en el campo. «Se ve bien el partido, pero se sufre, porque estás maniatado», confiesa. Durante la primera mitad se centró en apuntar las correciones que debía hacer el Marino en las acciones a balón parado y en salida de balón, algo que desde las alturas se aprecia mejor. «Normalmente siempre tenemos a alguien del equipo arriba, para que nos ayude. Había situaciones que eran mejorables y desde ahí tienes una mejor perspectiva», detalla Manel, que al descanso pudo dar instrucciones a sus jugadores para tratar de cambiar las cosas en la segunda mitad.
Eso sí, al estar en la grada, Manel comenta que tuvo que medir sus gestos. «Al final eres el entrenador rival y no te apetece que nadie del público te diga nada. Por suerte, no tuve ningún problema», señala el avilesino, que tenía a amigos cerca de su sitio. De hecho, uno de ellos se acercó a comentar con él la primera mitad.
Tras dos partidos sancionado, ahora ya puede volver al banquillo. «Firmo que todas las rojas que nos echen sean a mí, tengo confianza plena en la gente de mi cuerpo técnico», resume Manel.
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