Javi Calleja está feliz en Oviedo. Con el equipo segundo y el Tartiere convertido en un fortín, el entrenador quiere ahora dar el paso fuera de casa. Pero no siempre ha ido todo sobre ruedas. El entrenador no olvida los duros inicios, en especial la derrota ante el Sporting (3-1) de la cuarta jornada que supuso el primer amago de crisis en el club azul. El entrenador recordó los momentos más complicados en una entrevista en la Cadena Cope y desveló lo que sucedió tras la derrota de El Molinón.
“Perder el derbi me dolió, fue un golpe duro. Tenía muchas expectativas en ese partido y el del Racing. Eran dos choques marcados y no salieron bien. Fueron los dos partidos que más nos han influido para lo que ha venido después”, explicó, antes de añadir las claves de la reacción inmediata: “Sí, hubo una conjura. Nos reunimos con los jugadores y el cuerpo técnico para tomar decisiones y marcar la línea que queríamos. Analizamos todos los partidos, pero contra Racing y Sporting supimos ver cosas que teníamos que cambiar. En el derbi no supimos reaccionar a los goles en contra. Para ser un equipo grande y tener una mentalidad inquebrantable tienes que venirte arriba”.
Y ahora la ambición del equipo es máxima: “Intentamos mirar hacia el Racing de Santander, queremos recortarles puntos. Quiero lo máximo y no somos los primeros. Creo que tenemos plantilla para aspirar a lo máximo”.