Ancelotti ya prepara el tercer compromiso de la Liga de Campeones con dos entrenamientos y con esas malas sensaciones futbolísticas ante el Celta, las mismas que las tenidas ante el Lille, con la diferencia que ganó en Vigo por la pegada y las paradas de Courtois, algo que no pudo hacer ante el conjunto francés. Un trayecto titubeante que le obligan a ganar al Borussia este martes aunque sea jugando mal, o le pasará factura en el nuevo formato de la competición europea.
Líder de la nueva Champions
El rival que tiene no es sencillo. Recibe a un Borussia que tiene grabada la derrota que sufrió ante los blancos en la final de la pasada Champions en Wembley (2-0). No es que el equipo alemán esté para tirar cohetes en la Bundesliga, es sexto, pero es el líder de la Champions con dos triunfos y una goleada espectacular al Celtic, 7-1, que le sitúa al frente de la clasificación de la competición europea con 10 goles a favor y 1 en contra.
El Real Madrid es décimo séptimo, dejando sensaciones preocupantes en sus dos partidos. En el primero, ganó al Stuttgart con agobios en el Bernabéu. A siete minutos del final el marcador señalaba un empate a uno, pero la moneda cayó cara con un gol in extremis de Rudiger que completó Endrick en el tiempo de suplemento (3-1). En Lille perdió 1-0 dando una pobre imagen, de la que sigue haciendo gala desde entonces en la mayoría de sus actuaciones.
Militao, entre algodones
Ancelotti tiene poco tiempo para comprobar como se han recuperado sus jugadores tras el partido ante el Celta. Militao está entre algodones. Sigue arrastrando problemas físicos, pero no tiene sustituto salvo que el italiano vuelva a recurrir a Tchouameni. Valverde dejó constancia en Balaídos que no es de hierro, con uno de sus partidos más flojos de esta temporada después de jugar dos partidos con Uruguay. No fue el único que no estuvo a la altura en Vigo, donde defensivamente falló todo el equipo menos Courtois.
El italiano debe valorar con detenimiento sus decisiones, porque el Borussia llega con las uñas afiladas para desquitarse de esa final perdida hace unos meses. Ganar en el Bernabéu le consolidarían al frente de la clasificación de la Champions. Pero más allá de lo que pueda hacer el equipo alemán, preocupa lo que hagan los blancos. Ancelotti sigue buscando un estilo definido y aparcar tantas variantes que no están dando resultados. Se la juega ante los alemanes y lo hace como antesala del Clásico. Cinco días claves en los que el italiano se juega más de lo que parece ante los líderes de la Champions y de la Liga.