Aitana Martínez, jugadora y entrenadora en el club de bádminton Astures de Gijón, está ahora centrada en estudiar y en su trabajo de Policía Local. Pero, mientras lo hace, reconoce que tanto ella, capitana del equipo, como los integrantes de su club están “emocionados” ante la visita que les hará el miércoles Carolina Marín, Premio “Princesa de Asturias” de los Deportes y una de las mejores jugadoras de bádminton de la historia. “Será justo aquí, en el polideportivo de La Tejerona, y habrá un montón de niños de varios clubes deportivos de la ciudad, no solo de bádminton, sino que habrá también de otros deportes”, explica.
En su club, el Astures, que tiene ya quince años de vida, están deseando encontrarse cara a cara con Carolina. “Somos alrededor de 90 personas las que componemos el club, sobre todo está formado por críos, pero se están sumando también jóvenes de entre 15 y 20 años, y también veteranos”, explica Aitana, que reconoce que la influencia de Carolina Marín ha sido clave en la expansión de este deporte por toda España: “Se notó muchísimo la aparición de Carolina, la gente se ha profesionalizado mucho más, se ha dado cuenta de que podemos ser buenos en este deporte”.
En el caso de Asturias se parte, además, con la ventaja de que, según señala Aitana Martínez, “siempre hemos sido una de las mejores comunidades en bádminton de España, se hace muy buen trabajo desde la base, tenemos uno de los mejores centros de tecnificación del país, al que viene gente de fuera y donde se trabaja muy bien”.
En su caso, explica que comenzó cuando David Gómez, ahora presidente del Astures, fue a su colegio, el colegio Público de Pravia, de donde es ella, aunque reside en Gijón, para introducirles en el bádminton. “Empecé a ganar, con 15 años fui a un campeonato de España…”, cuenta sobre cómo se fue enganchando a una disciplina que ya nunca ha abandonado.
Un deporte que, además, destaca por ser “inclusivo”. “Cada vez hay más mujeres, también se está creciendo en el parabádminton, es un deporte en el que se compite de manera mixta, con el dobles que es además la especialidad que mejor se nos da en España. De hecho, que Carolina haya destacado tanto en el individual es algo que la hace aún más singular”, añade Aitana.
En cuanto a lo que le sucedió a Carolina Marín en los Juegos de París, lesionándose en las semifinales, cuando iba ganando con claridad, reconoce que fue algo bastante duro, especialmente para los más pequeños: “Animamos mucho a los niños del club a que vieran el partido y se llevaron un chasco enorme, fue un disgusto para todos, un mar de emociones, un shock verla marcharse, todos la veíamos en la final y con muchas opciones de ganar el oro”. El miércoles podrán decirle en persona todo lo que se les pasó por la cabeza en ese momento.
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