La derrota en el Nuevo Mirandilla duele. Primero, porque pone fin a la mejor dinámica del Oviedo de Calleja, esa que se extendía durante 7 jornadas sin derrotas. Lo hizo además en una mala tarde, en la que los azules no lograron mostrar la imagen sólida de las últimas semanas. Ni el equipo defendió bien, ni supo cómo actuar con el balón. La sensación que queda es que el Cádiz fue más ambicioso, como si se jugara más que un tímido conjunto azul. Es una idea que también comparte el vestuario. “Ellos mordieron más que nosotros”, resume Oier Luengo, uno de los que dio la cara en el campo, a LA NUEVA ESPAÑA, único medio asturiano desplazado a la cita.
“Estamos fastidiados por cómo se dio el partido, no es lo que buscábamos después de la buena racha que llevábamos en las últimas semanas”, continúa el zaguero su análisis, “y ahora no nos queda otra que reponernos cuanto antes e ir al partido de Copa con la idea de ganar. Hay que pasar de ronda. Y en la Liga lo que debemos buscar es cambiar la dinámica fuera de casa”.
Queda marcado el punto de mejora: los choques a domicilio. La dinámica seguida en las últimas semanas aplicando la “media inglesa” (victoria en casa y empate fuera) también maquilló unos números que fuera de casa no son muy brillantes. Los azules ganaron en la primera jornada en Coruña y desde entonces no han vuelto a hacerlo. De ahí la referencia de Luengo a la imagen del equipo cuando hace las maletas.
Sobre lo del Nuevo Mirandilla en concreto, Luengo fue claro: “La explicación a lo que pasó en Cádiz es tan simple como que ellos mordieron más que nosotros, han ido de una forma más convencida a por el partido. A nosotros nos costó mucho. Aunque es verdad que aun así hemos tenido una ocasión clarísima justo antes del gol que encajamos que pudo cambiar la cosa… Pero de todas formas debemos ser autocríticos y ver en qué hemos fallado y tratar de cambiarlo cuanto antes”.
Ni el ambiente, con una crítica feroz de los aficionados del Cádiz hacia su presidente y futbolistas, ayudó al Oviedo en su empresa de seguir puntuando. “En los primeros minutos sí que se notaba que la grada les apretaba a ellos. Pero no hemos sabido jugar con eso y que se pusieran más nerviosos. Hay que cambiar eso, no hay otra”, resume Luengo, que insiste en la mala imagen mostrada: “No ha habido nadie destacado porque creo que no dimos nuestro nivel real. Sufrimos más de lo que teníamos pensado. La posición no me ha costado cambiarla porque al final es en la que he jugado toda mi vida y para mí es sencillo, pero no es suficiente. Todos tenemos que dar más”.
La semana de trabajo llega otra vez cargada pues los azules juegan el jueves en la Copa ante el Ávila, una buena ocasión para ver a los menos habituales, y el domingo reciben al Burgos en el Tartiere. “Yo creo que sí que se nota cuando hay una carga de partidos seguidos. El estado físico mengua, pero todo está en la cabeza y si quieres, puedes. ¿La Copa? Hay que ganar. Tenemos que pasar. Ir sacando adelante los partidos es lo que te hace ganar más. Iremos a Ávila a ganar para recuperar sensaciones y seguir progresando en la Liga”, dice Luengo.
El zaguero aprovecha para ampliar su análisis más allá de lo sucedido en el Nuevo Mirandilla para reivindicar el progreso del Oviedo en las últimas semanas: “Al margen de la derrota en Cádiz lo que demuestra las últimas semanas es que hemos sabido encontrar nuestra identidad, lo de Cádiz es un bache en el camino pero ahora lo que tenemos que demostrar es que es solo eso, un bache, y seguir poco a poco escalando puestos para estar donde todos queremos estar”.