Interlagos vivió en pleno domingo la clasificación más caótica de los últimos tiempos en la Fórmula 1. El Gran Premio de Brasil, pasado por agua durante todo el fin de semana, se está convirtiendo en un espectáculo inenarrable que, por ahora, sonríe a McLaren y, sobre todo, a Lando Norris. El piloto británico consiguió una pole imprevisible de mucho mérito y que puede aprovechar para recortar distancias con Verstappen en el Mundial, que saldrá 17º tras caer en Q2 y acarrear una sanción de cinco posiciones por cambio de motor.
En un fin de semana anormal en Interlagos pasado por mucha agua, el Gran Premio de Brasil está permitiendo recordar la imprevisibilidad de la Fórmula 1 en circunstancias meteorológicas adversas. A pesar de la reticencia de la FIA a correr la clasificación este sábado como estaba previsto por falta de visibilidad, la previsión de lluvia no iba a cesar este domingo, así que se programó la prueba a una hora extraordinariamente temprana para intentar evitar, en la medida de lo posible, el riesgo de correr con la pista mojada.
Todavía con lagañas en los ojos llegaron los pilotos a Interlagos para un día que será inusualmente largo para todos. La pista seguía estando mojada, aunque en mejores condiciones que este sábado; la previsión meteorológica hacía prever fuertes lluvias conforme avanzara la sesión y la imprevisibilidad se apoderó de una prueba que terminó siendo entretenida como pocas.
Q1: La bandera roja por Colapinto y un final ajustado
La parrilla al completo salió a pista nada más se encendieron las luces del inicio de la Q1 para buscar un tiempo rápido antes de que empeorara la pista. Salidas de pista constantes, estelas de agua y continuas banderas amarillas fueron la norma en una primera prueba accidentada. Alonso conseguía hacer una gran primera vuelta que le sirvió para el resto de la clasificación mientras que Sainz se mantenía en zona media con necesidad de mejorar su tiempo.
Todo se vino abajo cuando, a falta de 8,50 minutos, Colapinto perdía la parte trasera de su Williams y se chocaba contra las protecciones. Bandera roja por un error de pilotaje del argentino que pagó cara su inexperiencia en pista mojada y terminó de manera precipitada su participación en la clasificación de Brasil. La prueba se reanudó para una traca final donde Hamilton, en zona de peligro, mejoró su tiempo pero que fue insuficiente cuando Norris superó la vuelta en último momento y se metía como 15º in extremis. El siete veces campeón del mundo se quedaba fuera de Q1 junto con Bearman, Colapinto, Hulkenberg y Zhou.
Q2: Verstappen eliminado y el Mundial, abierto
El inicio de la Q2 estuvo marcado por la decisión de McLaren de meter Intermedios a Piastri, el único de la parrilla que tomaba el riesgo viendo la mejoría de la pista. El australiano demostraba pronto que era la decisión correcta y se metía primero en el arranque, una vuelta que invitó a los demás pilotos a probar suerte con el mismo neumático. Como en la Q1, todo cambió cuando una salida de pista de Carlos Sainz, que perdió el control de su monoplaza, estrellaba el SF-24 a las protecciones y destrozaba el alerón trasero de su monoplaza. Bandera roja y varapalo para el madrileño, que esperaba poder hacer un buen papel en Interlagos.
Tras la reanudación, Fernando Alonso puso la magia con una vuelta de otro planeta que lo metía de lleno en Q3 con su Aston Martin. Verstappen estaba en zona de peligro pero venía mejorando en su última vuelta hasta que un nuevo choque, esta vez de Stroll, hizo levantar la bandera roja y dio por terminada la Q2. El neerlandés se quedaba fuera en la 12ª posición, aunque saldrá desde la 17ª por cambio de motor. Mundial abierto y opciones para Norris, que tiene la oportunidad de su vida en apenas unas horas.
Q3: Norris vuela sobre las aguas
La lucha por la pole estaba servida en esta inusual clasificación dominical. Los McLaren partían como favortios dada la mejoría de la pista y porque los contendientes, sin Sainz ni los dos Red Bull, eran menos peligrosos que la competencia habitual. Norris consiguió meterse primero a falta de siete minutos seguido de Albon y Piastri hasta Alonso perdió el control de su monoplaza y obligaba a levantar la cuarta bandera roja de la sesión clasificatoria. El asturiano quiso apurar demasiado buscando un milagro con su coche, aunque Interlagos y la lluvia le jugaron una mala pasada en última instancia…
La Q3 volvió a reanudarse, aunque la qualy de las banderas rojas sumó su quinta en apenas unos segundos cuando Albon se salía en la curva 1 y destrozaba su monoplaza. Sin apenas pilotos en pista, el caos se apoderó de los últimos minutos; Norris mejoraba su vuelta (1:23:405), Russel se ponía segundo y Yuki Tsunoda, mágico, se colaba como tercero en una qualy de escándalo. Ocon, cuarto y Lawson, quinto completaban una sesión que se recordará durante largo tiempo.
Poco tiempo para el descanso, ya que en menos de cuatro horas Interlagos vivirá la carrera dominical con mucho por decidir. Oportunidad única de recortar distancia en el Mundial para Norris, que puede aprovechar la 17ª posición de Verstappen para dar un mazazo en la lucha por el título.
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