El Barça juega este miércoles la cuarta jornada de la Fase Liga de la Champions en el Rajko Mitic, más conocido como el ‘Pequeño Maracaná’ por los 100.000 espectadores que era capaz de albergar en el pasado. Ahora, tras su remodelación, acogerá a 50.000 serbios y algunos pocos culés que han desafiado a la UEFA para estar con su equipo.
Hansi Flick analizó el encuentro desde el punto de vista deportivo en la rueda de prensa previa y arrancó con el típico tópico de que “en la Champions es muy importante ganar” que en boca del alemán suena a orden. Así que sus futbolistas ya saben lo que tienen que hacer: ganar. De hecho, la segunda parte ante el Espanyol sobrevoló la rueda de prensa en Belgrado. Aquello de “no permitiré” otra segunda mitad como la del derbi se transformó en un “también se lo dije el domingo al equipo“, aunque le restó importancia: “Yo también he jugado a fútbol y, cuando tienes un 3-0, a veces parece fácil”. Así que “el domingo lo permito, pero ahora es una nueva competición y todo el mundo sabe lo importante que es ganar”.
En ese sentido, trató de ver el vaso medio lleno porque, en realidad, en lo que llevamos de temporada, da la sensación de que está rebosante: “No lo hicimos tan bien, pero pensamos siempre en positivo y estoy muy seguro de que mañana jugaremos de otra manera a la que lo que lo hicimos en la primera parte”. En esa primera parte volvió a repetirse la repetición continua de fueras de juegos milimétricos que provocan la anulación de goles.
Flick solo mira hacia adelante y se mostró algo molesto cuando apareció alguna de esas comparaciones tan del entorno blaugrana respecto al pasado inmediato: “No me importa el pasado, sino el futuro. Estamos mirando hacia adelante, comparar con lo que pasó no lo hago, ahora es nuestro tiempo, queremos jugar, tener éxito en la Champions, ganar mañana. Es un buen día para hacerlo, es ahí donde nos centramos”.