The Valencian Federation: “We want football to serve as therapy and give a little joy to the little ones”

The Valencian Federation: “We want football to serve as therapy and give a little joy to the little ones”

Como dijo Arrigo Sacchi, “el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”. La frase del técnico italiano que, al frente del AC Milan, revolucionó el fútbol a finales de los años 80 cobra sentido en tragedias humanas como la que padecen los pueblos de l’Horta Sud.

Bajo ese espíritu, la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana (FFCV) ha empezado a coordinar la ayuda a las personas de los clubes más afectados por la DANA. El objetivo es que una vez se cumpla el luto y concluyan las búsquedas de desaparecidos, el fútbol sirva de “terapia social”. “Estamos viendo cómo podemos hacer para que las personas, en especial, niños y niñas tengan esperanza, ilusión por, poco a poco, ir recuperando la normalidad a través del deporte”, trasciende desde la FFCV.

Una treintena de clubes y escuelas afectados

Más de un centenar de campos e instalacdiones de fútbol y fútbol sala han sido arrasados por el temporal en Castilla La Mancha y sobre todo, en la provincia de València, donde se calcula que una treintena de clubes y escuelas han sufrido daños severos. Los presidentes territoriales de la valenciana, Salvador Gomar, y la manchega, Pablo Braulio, están al mando del comité de crisis en apoyo de los damnificados junto a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), LaLiga y la Liga F.

El trabajo en la valenciana ha comenzado con un inventario de los campos que han quedado devastados o en malas condiciones. Por ejemplo, el campo y pabellón polideportivo de Sedaví, el Palleter y el Terrer en Paiporta, el Jaume Ortí de Aldaia, el Vicente Moreno de Massanassa, el Polideportivo y el Mundial 82 de Catarroja, cubierto de fango, los de Carlet, La Torre, Castellar, Algemesí, Bugarra, el polideportivo de Alfafar, donde lo poco que ha quedado del campo se utiliza para apilar coches. En Chiva, Vistalegre, aunque en un estado aceptable, acoge las carpas de emergencia de la UME.

Una de las consecuencias indirectas de la catástrofe es como miles de niñas y niños de la ‘zona 0’ han visto borrados del mapa los terrenos en los que normalmente disfrutaban jugando. “El campo en el polideportivo en Paiporta no existe, el Palleter está igual. Se han perdido por completo. Es muy triste”, cuenta Yolanda Folguera, presidenta del E1 Paiporta, quien descuelga la llamada en el Polígono La Pascueleta.

Allí se ha habilitado una nave industrial para organizar la ayuda que llega desde distintos puntos de España. “Doy gracias porque la familia está bien, pero he perdido parte de mi vida, que está aquí. No me queda nada de la academia de baile para 250 niños que inauguré en septiembre, tampoco de mi vinoteca…”, dice la presidenta del E1, describiendo el panorama desolador al que se ha enfrentado el pueblo.

“Vienes desde San Marcelino, donde hemos ido a por medicinas para los mayores, y al llegar de vuelta parece que entras a Gaza. El miércoles, el jueves de mañana estuvimos solos, sin nadie, ni policías, como zombis, como contaminados. Fue a partir del jueves cuando empezamos a ver policías, pero hasta el sábado no apareció la maquinaria pesada”.

En Aldaia, el presidente de la UD, Pepe Villegas, habla de una situación “penosa, caótica”. “Desde el primer minuto está siendo aterrador. Pasan los días, y vamos saliendo como podemos. Dándonos ánimos, si no has perdido a nadie puedes sentirte afortunado. El que no se ha quedado sin casa, se quedó sin coches. Estoy sacando agua en el garaje cinco días después. El fútbol lo hemos aparcado, aunque el segundo día me acerqué al campo y reventé a llorar. Está destrozado, no sé cómo lo arreglaremos…”, afirma con preocupación.

Yolanda Folguera, miembro de la directiva de la FFCV, recuerda como los más pequeños merecen atención especial en una tragedia así y avanza que el deporte va a jugar un papel social clave. “Los niños necesitan un poco de alegría, qué los hay que han perdido hasta a sus padres y se levantan cada día. Si no somos capaces de apoyarlos, se nos caerá la cara de vergüenza”.

En el mismo equipo

Si la solidaridad entre los valencianos es ejemplar, ese compromiso se replica entre los clubes. “Nos han llamado muchísimos para ayudarnos como pueden, ofreciendo sus instalaciones. Collvert, Burjassot, Picassent, Alzira, Castelló, y muchos más, perdón por los que me deje… A veces, el fútbol trasmite una imagen de enfrentamiento entre clubes y no es así. La masa social del fútbol, que organiza más de 4000 partidos cada fin de semana en València, es muy solidaria”, afirma Folguera, que preside una escuela con más de 550 niños y niñas.

En la capital, una mayoría de entidades deportivas dependen de la Fundación Deportiva Municipal (FDM), organismo que deberá encabezar, junto a la FFCV, la distribución de los jugadores de las escuelas más afectados entre diferentes clubes de la ciudad, cercanos a l’Horta Sud, que puedan compartir instalaciones para entrenamientos y partidos en un futuro a medio plazo. Equipos como el CD Rumbo han montado un comité de seguimiento para apoyar en lo económico a algún socio residente en la zona afectada, y ofrecer “apoyo a las instituciones deportivas” asentadas allí. Una acción que se repite en otros clubes de la ciudad. Están dispuestos a compartir instalaciones y campos, modificar calendarios y aportar material y recursos. Muchos directivos y entrenadores forman parte de la marea de voluntarios.

Entre los clubes que ofrecen su mano no podía faltar el Valencia CF. Ni el Levante UD. “Me llamó el Valencia, poniendo a nuestra disposición las instalaciones y lo que haga falta, un apoyo grande. También la valenciana. El campo está destrozado. Nosotros no podemos hacer más que ayudar en lo básico, en la vida de las personas, el fútbol hoy está aparcado. De aquí a una semana, espero conversar con el alcalde… Estamos hundidos, tocados. Saldremos seguro, pero costará”, admite el presidente de la UD Aldaia, cuya fútbol base reúne 750 jugadores.

Mientras tanto, al Catarroja CF la DANA le ha llegado en el año de su centenario. El equipo amateur y la directiva trabajan en la retirada de barro y la distribución de alimentos y materiales con los vecinos. Óscar Banacloy es el presidente del Catarroja Fútbol Base, afiliado con el equipo del pueblo, que cuenta 730 futbolistas desde querubines a juveniles, y conjuntos femeninos desde infantiles a amateur. “Al acabar con las casas y comercios, lo prioritario, nos plantearemos limpiar el polideportivo”, comenta Banacloy, que añade que “se han interesado en apoyar el Valencia, el Levante, Benidorm, el Olímpic, Portuarios…”. “Necesitaremos sí o sí ayudas de Federación Valenciana, Generalitat, Ayuntamiento para poder dar una vía de escape de esta tragedia a los niños”, agrega.

Como explica Yolanda Folguera, “no ni sería humano pedir un plus a las familias”. “Trabajaremos para que cuando se pueda se inicien las competiciones y se acaben. Para entrenar y jugar será difícil porque las instalaciones en la zona son limitadas, pero ahí está el buen corazón de otros clubes. Hay quien me ha llamado y me ha dicho, ‘nos apretamos como sea, pero entrenad con nosotros’”.

Apoyo económico

Desde la FFCV el apoyo tendrá una importante base económica. Aparte de para la necesaria reconstrucción, entre otras necesidades, para que los traslados de una escuela a otra pudiesen realizarse mediante autobuses.

De hecho, con la colaboración de la Federación Española, se confía en que en total para recobrar la normalidad con apoyo del fútbol las ayudas que se articulen en las próximas semanas rebasen el millón de euros.

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