Tenía que ser una jornada más de las muchas que ha disputado a lo largo de su carrera profesional pero desgraciadamente, el pasado 20 de octubre no lo fue como el resto. Una fecha que no olvidará.
Para Nicolás Laprovittola (Morón, Argentina), el partido ante el Baskonia, de la cuarta jornada de Liga Endesa se convirtió en una fecha negra en su exitosa vida deportiva, la más oscura en una carrera que a sus 35 años vivía todavía un momento álgido con la camiseta del Barça.
Una mala caída tras anotar una canasta en contraataque a tres minutos del final del encuentro, acabó con el base blaugrana por el suelo, y con grandes muestras de dolor. Tras un breve comunicado apuntando un posible esguince –como el que ha sufrido Metu recientemente- las peores previsiones se cumplieron 24 horas después.
El club anunciaba que Laprovittola “sufre rotura del ligamento cruzado anterior y lesión del menisco externo de la rodilla derecha. El jugador será intervenido en los próximos días y tras la operación se emitirá un comunicado con el tiempo de baja definitivo, pero es muy complicado que vuelva a jugar en lo que queda de temporada”, decía la nota.
Hacía 10 años que ningún jugador del primer equipo sufría esta grave lesión. El último fue Markus Eriksson, en octubre de 2014 y curiosamente también ante el Laboral Kutxa, el Baskonia actual.
En las mejores manos posibles en el quirófano
Con el diagnóstico definido, el primer paso era pasar por el quirófano para reparar el ligamento y menisco dañado y la mejor noticia es que un traumatólogo del prestigio de Jordi Puigdellívol, adscrito desde hace años a los servicios médicos del Barça, y responsable actual del basket blaugrana, iba a intervenirlo con su equipo el pasado día 29 de octubre en el Hospital de Barcelona.
Puigdellívol le realizó con éxito la cirugía de ligamento cruzado y de sutura meniscal, en una intervención con éxito que duró apenas 75 minutos. El objetivo de la rehabilitación de los dos primeros meses es proteger la sutura meniscal y que este nuevo ligamento del tendón rotuliano con una pastilla ósea, gane la movilidad necesaria en la rodilla.
Con esa rodilla inmovilizada pero con capacidad de desplazarse por sus propios medios, el jugador ya pudo acercarse a saludar a sus compañeros que le mostraron todo su apoyo a un jugador muy querido en el vestuario.
A partir del tercer mes, el objetivo es lograr que la rodilla logre una movilidad completa y que toda la posible inflamación propia de la cirugía esté bajo control y que esa rodilla tenga cierta tonificación.
Crecer la capacidad muscular
El proceso de recuperación entra en una nueva dimensión entre el tercer y el quinto mes. Es necesario hacer crecer la capacidad muscular y valorar su capacidad para absorber el impacto, realizando SUAVE carrera con una máquina anti gravitación (Alter G) para posteriormente afrontar el impacto en superficie dura. Un trabajo de fisioterapia que se concentra especialmente hasta el quinto mes.
Superada esa fase importante, llega el momento del quinto al séptimo mes de un trabajo centrado en la readaptación con carrera continua, saltos verticales y trabajando siempre en línea recta y evitando las rotaciones. Para ello, ayuda trabajo en elementos como el agua, o yendo a la playa según evolucione Lapro.
En la parte final de la recuperación, del séptimo al noveno mes, ya se introduce la técnica individual, con rotaciones y pruebas de esfuerzo tras un largo parón. El trabajo en la pista se introduce progresivamente para llegar al décimo mes, aproximadamente en julio próximo, con el trabajo individual de cara a buscar su integración de nuevo al equipo.
Estímulo neurológico necesario
Una recuperación encaminada al aspecto mecánico pero no hay que olvidar el estímulo neurológico que necesita el base para recuperar la sincronía de movimientos y que mejora poco a poco, y estimulado desde el cuidado médico. La rotura de un ligamento cruzado implica también una desconexión cerebral y el cuerpo debe realizar un ‘reset’ desde el punto de vista neurológico.
Una recuperación que llevará a Laprovittola a reincorporarse al equipo a finales del verano, coincidiendo con la nueva pretemporada. Para entonces, y si todo el proceso sigue su curso de manera exitosa, ‘Lapro’ volverá a sentirse jugador tras un año en las buenas manos de los servicios médicos del Barça, que han devuelto a la ‘vida deportiva’ a jugadores como Gavi, Sergio Lozano, Matias Pascual, Domen Makuc o Mapi León, entre muchos otros.
Un año de sufrimiento y trabajo en la sombra de Laprovittola con los recuperadores, fisioterapeutas y doctores, que harán posible el ‘milagro’ de volverle a ver anotando triples y su nombre coreado de nuevo el Palau. El culé lo estará esperando y con muchas ganas, seguro.