Estaba convencido Hansi Flick el sábado, pese al enfado de Vigo, de que el Barcelona reaccionaría ante el Brest y esa sensación no ha cambiado. Es más, se ha reforzado, y prácticamente garantizaba que se verá pronto. Inmediatamente. Desde el inicio del partido, ante un rival directo en la clasificación de la primera fase de la Champions League (el equipo francés está dos puestos por encima con dos puntos más). El triunfo asentaría al Barça entre los ocho primeros y futuros cabezas de serie, y casi aseguraría el pase a la previa de octavos de los 24 participantes que quedsrán en liza al final de las ocho jornadas de la liguilla.
La base de la confianza de Flick reside en que el equipo “tiene mucha calidad”, y es nivel no se ha perdido pese a que los resultados hayan empeorado con la derrota en San Sebastián antes del parón y el empate de Vigo en la reanudación. El equipo no se ha relajado desde que saldara con sendas goleadas las peores citas frente al Bayern (4-1) y el Real Madrid (0-4) y la forma física no ha decaído. “Los datos de Vigo son los mismos que ante el Bayern”, explicó.
Hablado y practicado
El problema que ha detectado Flick está en vías de solución. Hablado en el vestuario y practicado en el campo. Hablado porque ha instado el técnico a que “todo el equipo debe estar conectado” en el campo a la hora de activar la presión porque, de lo contrario, se suceden los problemas en defensa. Practicado porque en el césped se han apuntalado los momentos y las situaciones en las que se tiene que activar esa presión adelantada y los movimientos que se desencadenan.
El otro problema del Barcelona requiere tiempo. “Tenemos un equipo muy joven que todavía debe aprender”, expuso Flick, “es el equipo más joven de la Liga”. Esa falta de experiencia deriva en la falta de temple para gestionar momentos cruciales. “Cuando vas 0-2 y ves una roja, has de defender mucho mejor de cómo lo hicimos”, comentó Flick sin ningún acento recriminatorio, sino comprensivo. Expuso otro ejemplo de la bisoñez del equipo azulgrana: “A veces queremos jugar y salir hacia adelante, pero otras veces es mejor tener el balón y controlar el juego”.
“Cuando vas 0-2 y ves una roja, tienes que defender mucho mejor de cómo lo hicimos”
Flick no se alarma. “Todo va bien”, repetía, confiado en que su proyecto va por el camino marcado. Su misión reside en dar confianza al grupo para que no entren las dudas en el vestuario. “Se trata de un proceso”, insistía, sin lamentar en exceso la sensible ausencia de Lamine Yamal (el Barcelona no ha ganado ninguno de los tres partidos sin él como titular), que estará disponible para el duelo con el Las Palmas. Alejandro Balde tampoco jugará frente al Brest por las molestias en la espalda que le impidieron actuar en Vigo.