El tiempo ayuda siempre a tener perspectiva. Claridad para calibrar el valor real de un empate, el de Riazor, que en el vestuario del Sporting escoció en caliente –”dejó un sabor agridulce”– por el hecho de acumular durante el partido merecimientos y porque, tras lograr lo más complicado, adelantarse en el marcador, se vio cómo los tres puntos se iban de golpe. Pero el paso de las horas permite al grupo dimensionar el botín en uno de los estadios más duros de la categoría: “Cuando se escapa el partido al final fuera de casa queda la sensación más de haber perdido que de valorar el empate, que es complicado de conseguir. Con el paso de los días lo valoraremos más. Poca gente va a puntuar en Riazor”.
La reflexión no es de un jugador cualquiera, sino que la hace un futbolista de muchísimo peso en el vestuario como es Nacho Méndez, capitán, que además volvió a ser diferencial en el estadio del Dépor tras marcar el 0-1 –su segundo gol esta campaña–. El mediocentro reconoce estar “muy a gusto” en el Sporting justo en el momento que el club rojiblanco mantiene abiertas las negociaciones para sellar su renovación –”hay buena sintonía, espero que se llegue a buen puerto”–, reafirma el nivel que está mostrando el equipo: “El equipo está compitiendo bien. No somos inferiores a nadie”, reflexiona el de Luanco, en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA.
“Merecimos ganar en Riazor. Por eso queda ese sabor un tanto agridulce. Pero ahora ese empate en La Coruña hay que hacerlo bueno ganando en El Molinón al Córdoba”, recalca el centrocampista de Luanco, de 26 años, enfocando ya en el reto que se viene delante con la visita a Gijón del Córdoba.
Intocable esta temporada también para Rubén Albés tras asumir una mayor cuota de protagonismo la pasada campaña con Miguel Ángel Ramírez, las estadísticas ponen en valor su status en el proyecto: Méndez está en el top-3 de jugadores con más minutos en las piernas de toda la plantilla (encadena ya 1.307 minutos disputados).
¿Quiénes son los jugadores que lo superan? Pues el portero, Rubén Yáñez (1.440 minutos). Y de jugadores de campo, tan solo uno, Lander Olaetxea (1.400), que aterrizó en Mareo como una petición expresa del cuerpo técnico. Los demás ya están todos por detrás del luanquín. Con la confianza del entrenador, y un crecimiento exponencial también en su rendimiento, cada vez más asentado en una propuesta de juego nada fácil para los centrocampistas, muy dinámica, Nacho admite estar viviendo un buen momento en el equipo de su vida.
–¿Cómo se encuentra esta temporada en el club?
–Muy a gusto. Ya dejé atrás los problemas físicos de la lesión del final de temporada, y que arrastre en pretemporada. También ese ‘arranque’ tras adaptarme a la idea del míster, a todo lo que supone un cambio tan grande… Lleva un proceso de adaptación. Pero estoy contento, a gusto, en el trato personal y con la idea de juego, como también lo estuve el año pasado”.
El domingo (21 horas, El Molinón) frente al Córdoba, el canterano disputará nada más y nada menos que su encuentro número 195 con la camiseta del Sporting. Números ya muy importantes que ratifican su relevancia. También emerge en la conversación las negociaciones que mantiene el club con sus agentes para sellar su renovación.
–¿Cómo está el tema?
–El club desde el principio me transmite la intención de seguir contando conmigo y la importancia del proyecto. Yo nunca lo he escondido: estoy muy a gusto tanto en lo futbolístico como en lo personal. Y eso al final es lo más importante. ¡Estoy identificado! Confío en este proyecto, en lo que estamos haciendo este último año y medio. Esperamos que se llegue a buen puerto –en las negociaciones–. Estamos empezando a hablar, sin prisas ni presión. Hay buena sintonía. Y eso es lo más importante”.
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